30 Dic La clave está en los recuerdos
El modelo Procesamiento adaptativo de la información (PAI) en el que se sustenta la terapia EMDR, defiende que el aprendizaje y los recuerdos se acumulan en redes de información ya existentes, y estas redes de memorias son las que guían el comportamiento, la percepción y las actitudes. Las percepciones de lo que pasa en la actualidad son interpretadas a través de estas redes de memorias, es decir, según lo que nos pasó así actuamos en la actualidad.
La patología o el problema surge cuando la información se almacena de una manera inadecuada debido a su impacto emocional, dando lugar a síntomas como ansiedad, pesadillas, perturbaciones emocionales, pensamientos intrusivos, etc. Es evidente que los recuerdos de la infancia son los que más afectan porque es cuando el cerebro es más plástico y pueden suceder situaciones que quedan codificadas como mecanismos de supervivencia en el momento, pero que ya no son respuestas adaptativas en la edad adulta. Según el modelo del PAI, una creencia negativa como es “no soy lo suficientemente bueno”, más bien constituye un síntoma de una experiencia previa no procesada que contiene tal perspectiva, es decir, esa forma de verse a sí mismo.
La terapia EMDR ayuda a ver esos recuerdos de una manera diferente ya que supone el acceso a esa información mal procesada y la estimulación del procesamiento innato y funcional de esa memoria con la consecuente generación de nuevas conexiones intrapsíquicas más adaptativas para la persona y el momento.
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