Las cromopsicoterapias
Las cromopsicoterapias se basan en los efectos que tienen sobre nuestro cerebro el hecho de ver luces de diferentes longitudes de onda, por tanto de color. Para simular este tipo de luces, se utilizan gafas con filtros de distintos colores.
La luz coloreada puede activar recuerdos reprimidos de la infancia ya que se cree que las distintas frecuencias de color reactivan sinapsis cerebrales bloqueadas como las que corresponden a los recuerdos traumáticos. De esta manera, están accesibles para un trabajo terapéutico. LLegando a ellos, la conducción nerviosa es restablecida y estos recuerdos pueden ser reconectados en las diferentes redes de memoria y así poderlos ver de una forma más adaptativa.
Todo esto explica los efectos del tratamiento del color sobre los estados de ánimo y la actividad inmune. Por ejemplo, el negro deprime la actividad de las células “neurokillers” debilitando nuestro sistema inmunitario, en cambio, los colores del arcoiris tienen el efecto contrario.