El entrenamiento autógeno de Shultz, una técnica de relajación

25 Ene El entrenamiento autógeno de Shultz, una técnica de relajación

RELAJACIONHoy hablamos de un método de relajación que fue descrito por el neurólogo J.H. Shultz y que ha sido alabado por numerosos estudios científicos, que confirman su eficacia en el terreno de la psicohigiene, en la pedagogía y en la prevención y terapia de numerosas alteraciones tanto conductuales como orgánicas. Tuvo su origen en la hipnosis clínica.

Es un método que si se practica regularmente (2-3 veces al día) durante tres minutos, cada ejercicio se aprende en unas dos semanas aproximadamente. Para hacer los ejercicios se recomienda:

Habitación tranquila, con poca luz, sin sonidos molestos, una temperatura agradable y con ropa cómoda.

Una posición corporal que sea cómoda como sentado en un sillón o extendido en el suelo con los brazos alargados.

Ojos cerrados.

Decirse a si mismo “estoy tranquilo”.

No se preocupe, si durante la realización de los ejercicios acuden a su mente pensamientos ajenos al mismo, suele ser habitual, sobre todo al inicio del entrenamiento. No luche contra ellos, con la práctica van desapareciendo. En ningún caso cambie el orden de los ejercicios.
Lo que este entrenamiento pretende hacer es que el cliente sea capaz de ejercitar la mente por sí mismo, de forma voluntaria, para de esta manera influir en el resto del cuerpo; consideran que cuerpo y procesos mentales constituyen una unidad y que por lo tanto no estamos formados por dos partes separadas. Lo que sí que hay que tener muy presente es que las personas que tienen problemas psíquicos y personas con arritmias cardiacas no se les recomiendan hacer este tipo de entrenamiento.

¿Qué consiguen los pacientes a través de este entrenamiento autógeno?

Las personas que realizan este entrenamiento consiguen una autotranquilización, es decir, consiguen relajarse por ellos mismo. También restablecen su funcionamiento correcto corporal. Regulan sus funciones orgánicas, aumento de rendimiento, supresión del dolor, autodeterminación, capacidad de autocrítica y autodominio y formulación de propósitos.

Los 6 ejercicios del entrenamiento autógeno.

1. El peso; relajar los músculos. Se repite constantemente y se visualiza: mi mano o mi brazo pesa mucho, seis veces. Y durante tres minutos permanezca en estado de concentración. Y para salir del estado hay que flexionar y extender pies y brazos varias veces, realizar respiraciones profundas y finalmente abrir los ojos.

2. el calor; relajar los vasos sanguíneos. Hay que repetir el ejercicio anterior, y después hacer lo mismo pero diciendo: mi mano esta caliente e imaginar el calor, seis veces también.

3. Regulación del corazón. Una vez tenemos aprendidos los dos anteriores ejercicios, se llevan a cabo y después Se dice: mi corazón late tranquilo y normal, también seis veces.

4. Regulación de la respiración. . Una vez tenemos aprendidos los tres anteriores ejercicios, se llevan a cabo y después de dice: la respiración es tranquila y automática o algo respira en mí.

5. Regulación abdominal.  Decir mi abdomen irradia calor e imaginarlo, seis veces.

6. Enfriamiento de la mente. Una vez se han aprendido todos los ejercicios, se realizara el último en el cual tenemos que repetir solo UNA vez; mi frente esta agradablemente fresca. Y se sale del estado de relajación con los mismos consejos que en el ejercicio uno. (3 min).

Una vez se controlan y dominan todos los ejercicios, se amplía el tiempo de relajación si se desea, pero solo cuando se controle, hasta llegar incluso a 20 o 30 minutos de relajación. Los beneficios del Shultz son muy numerosos y se van notando a medida que se va practicando esta técnica.

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