Meditar es un acto de generosidad con uno mismo

01 Mar Meditar es un acto de generosidad con uno mismo

Toda práctica de meditación lleva implícita el deseo de acercarse y cuidarse a sí mismo, lo cual solo es posible concediéndose más tiempo y eso significa hacer un acto de generosidad con uno mismo. Dicho esto, es difícil muchas veces encontrar el tiempo para ponerlo en práctica. La ventaja es que en meditación no hay técnicas muy sotisficadas, los cuatro pilares de la meditación son la postura, la concentración, la respiración y el vacío mental. Incluso se puede meditar caminando tranquilamente por la calle, simplemente saber mirar sin juzgar lo que se haya en torno facilita el estado de quietud. Ofrecerse una vida sana y sabia pasa por una etapa fundamental de saber no hacer nada, y sobre todo darse el permiso para ello. Nuestra educación nos ha enseñado más bien a hacer lo contrario, es decir, a no parar. En este sentido, la meditación es un buen método antiestrés. Meditar es soltar lastre, desvincularse de los pensamientos, de las sensaciones y de las vivencias interiores, ser libre de toda creencia o inquietud. Si se está demasiado apegado a algo o a alguien se pueden encontrar dificultades en la práctica.

La confianza en uno mismo y en la vida, depende de nuestra manera de pensar, aprender a ser dueño de nuestros pensamientos significa adoptar el «pensamiento positivo»: se trata de adquirir conciencia de los pensamientos negativos que emergen para transformarlos en pensamientos positivos.