16 Ene En qué consiste la ansiedad
Cuando hablamos de ansiedad, hablamos de un mecanismo adaptativo natural que hace ponernos en alerta cuando nos encontramos delante de un suceso o acontecimiento comprometido o inesperado.
Aunque la mayoría de las personas puedan creer que la ansiedad es mala, cuando la tenemos en un cierto grado esta nos ayuda a estar alertar y mantenernos precavidos delante de actitudes peligrosas. Y cuando tenemos ansiedad moderada, que no desmesurada también nos puede ayudar a mantenernos concretados y con la cabeza fría para poder afrontar aquel problema o reto que se nos haya presentado.
¿Pero que ocurre cuando nuestra ansiedad se ve desbordada? En estos casos la ansiedad no funciona correctamente y la persona se puede llegar a quedar paralizada por pensamientos desagradables o síntomas somáticos de tensión, puede sentirse indefensa y sucede un deterioro psicosocial y fisiológico. No siempre ocurre delante de un problema o reto, a veces sucede cuando no nos encontramos delante del obstáculo y la causa puede ser interna o externa. Pasa de ser una señal de alerta que nos advierte sobre un problema y nos mantiene alertas a ser la causa del problema.
Y es en estos casos, cuando la ansiedad se presenta en momentos inoportunos, cuando dura demasiado tiempo y es tan intensa como para no poder llevar una vida normal, cuando estamos hablando de un trastorno.
¿Qué tipos existen? (Según DSM)
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): hablamos de tensión crónica, la cual se origina de diversos focos de atención de la persona. La persona presenta una preocupación o un nerviosismo excesivo diario y funciona como un bucle del cual no puede salir, ya que cuando se deja de preocupar por un tema aparece uno de nuevo y nunca consigue desconectar.
Trastorno por estrés postraumático: Lo veremos reflejado en personas que presentan una serie de secuelas psicológicas desagradables después de un acontecimiento o impacto con trauma emocional (una violación por ejemplo). Son recuerdos sobre aquel acontecimiento que son persistentes, y provocan un deterioro en la vida de la persona pues se acaba reduciendo el interés por sucesos cotidianos a causa de estar en constante alerta.
Trastorno de pánico o ataque de angustia: en este caso la persona tiene crisis recurrentes de angustia que aparecen de forma espontánea, y no tienen una causa directa. Es un tipo de ansiedad tan extrema y que ataca de forma tan fuerte a la persona que esta cree que va a morir. Cuando las personas sufren varios ataques de este tipo acaban desarrollando otros tipos de ansiedad que se llama anticipatoria, ya que de forma desesperada intentan evitar volver a tener una crisis y evitan lugares donde les ha sucedido, evitan situaciones con mucha gente e incluso pueden llegar a quedarse encerrados en sus casas.
Trastorno obsesivo compulsivo (TOC): En este caso la persona se enfrenta a acciones o pensamientos NO voluntarios que no puede hacer parar y que lo hace para no generar ansiedad. La persona entiende que sus acciones o pensamientos puedes ser absurdas o sin sentido, pero para él o ella significan una forma de poder estar relajados y que no se les genere ansiedad.
Trastorno fóbico: Se presenta a través de un temor irracional y persistente ante un objeto, situación o actividad concreta y esto provoca el mecanismo de evitación el cual crea diferentes miedos a través de la fobia.
La ansiedad se puede superar a través de terapia breve estratégica y el EMDR combinado con cambios de estilo de vida. La relajación, la meditación, una alimentación adecuada y sin substancias ansiógenas así como el ejercicio físico son buenos aliados contra la ansiedad.
No hay comentarios